En el último artículo, ya aprendiste qué es el síndrome de Wobbler en los perros, qué razas suelen estar afectadas y cuáles son los síntomas típicos. En este artículo aprenderás cómo se diagnostica el síndrome del bamboleo canino, qué opciones de tratamiento existen, cuál es el pronóstico y qué debes tener en cuenta como propietario de un perro.
El diagnóstico
Por regla general, las radiografías no son suficientes. Con ello se pueden hacer visibles las anomalías de las vértebras. Sin embargo, para el diagnóstico se suele optar por una tomografía computarizada, una mielografía o, en el mejor de los casos, una resonancia magnética. Especialmente en el preoperatorio, es indispensable para determinar la causa exacta, el alcance y la localización de la lesión.
Opciones de tratamiento para el síndrome del bamboleo canino
En la literatura se suele recomendar el tratamiento quirúrgico. Sin embargo, la elección del tratamiento también depende fundamentalmente de factores como la edad, el estado de salud, el tipo y la duración de la compresión y la gravedad de los síntomas. Para los pacientes con dolor, puede intentarse una terapia conservadora mediante una inmovilización estricta, analgésicos y el uso de corticoesteroides. Sin embargo, a menudo se producen recaídas porque no se ha eliminado la causa real que desencadena la compresión.
¿Qué se consigue con una operación y qué métodos hay disponibles?
La cirugía se utiliza para descomprimir la médula espinal y evitar nuevos microtraumatismos en la médula espinal. Los métodos quirúrgicos habituales son la ranura ventral, en la que se realiza un acceso en relieve desde la parte inferior del cuello en la zona del segmento vertebral afectado. Esto incluye las vértebras adyacentes y el material discal afectado. También existen la laminectomía y la hemilaminectomía. Estos dos métodos también pueden utilizarse combinados. Este método se utiliza para compresiones estáticas causadas por crecimientos óseos.
Además, existe la técnica de estabilización por tracción. En este caso, se separan las vértebras afectadas y se extrae parte del disco intervertebral. A continuación, se introduce en el espacio intervertebral el llamado espaciador. Además, se utilizan placas y tornillos para la estabilización. Este método de cirugía se utiliza en casos de protrusión dinámica del disco intervertebral, que disminuye cuando se estira o tira de la columna vertebral.
¿Cuál es el pronóstico y puede reaparecer el síndrome de Wobbler?
El síndrome de Wobbler es un cuadro clínico complejo. Básicamente, cada paciente debe ser considerado individualmente. El pronóstico depende, entre otras cosas, de la gravedad y la duración de la compresión y de la intensidad de los síntomas. Esto significa que cuanto más larga sea la compresión y más graves sean los síntomas antes de la intervención, peor será el pronóstico. La edad del perro también influye.
Dado que las fuerzas que actúan sobre la columna cervical al caminar, frenar y mover el cuello son soportadas ahora por los discos intervertebrales circundantes, hay un aumento de la carga allí. Esto puede provocar signos de desgaste. Esto puede provocar la hernia de los discos intervertebrales próximos a la zona operada.
¿Qué debes tener en cuenta como propietario de un perro después de una operación?
La inmovilización es la primera prioridad tras una operación en la columna cervical. Si un movimiento excesivo provoca la rotura de los implantes, por ejemplo, normalmente no se puede volver a operar. Debe evitarse cualquier forma de movimiento rápido y brusco. Hay que girar al perro varias veces al día para evitar las úlceras por presión. Debe evitarse a toda costa el uso de collar, y el perro debe ser conducido con un arnés de pecho.
Fisioterapia para el síndrome de Wobbler
En el postoperatorio, el perro debe moverse pasivamente varias veces al día para evitar la atrofia muscular, el acortamiento de músculos, tendones y ligamentos, así como la oxidación de las articulaciones y, en consecuencia, la artrosis. Varias veces al día, hay que levantar al perro y que camine unos pasos con apoyo. Debe evitarse la tensión sobre la columna cervical. También son importantes los masajes para liberar la tensión muscular en las estructuras sobrecargadas. La terapia de calor también puede utilizarse como complemento. Estas medidas deben ser acompañadas y entrenadas intensivamente por un terapeuta. En el transcurso de la terapia, el entrenamiento en la cinta subacuática puede iniciarse en función del estado de salud del paciente. La natación está contraindicada, ya que provoca un fuerte estiramiento del cuello. Además, el terapeuta también puede utilizar formas de terapia como la terapia láser, los ultrasonidos, la terapia de campo magnético o la electroterapia. Al elegir una forma de terapia, es importante tener en cuenta las posibles contraindicaciones con respecto a los implantes. Para promover un patrón fisiológico de la marcha, el entrenamiento activo del movimiento también debe ser una parte incondicional del tratamiento y debe darse un programa completo de ejercicios para casa. El objetivo no es sólo fomentar los movimientos saludables, sino también la musculatura, la coordinación y la conciencia corporal.
Aunque el síndrome del bamboleo canino es un momento intenso tanto para el perro como para el dueño en su tratamiento y recuperación, no hay que rendirse antes de tiempo. Muchos perros tienen la posibilidad de recuperarse bien y vivir sin síntomas.
Todo el amor tu Tina
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