La rotura del ligamento cruzado en perros es una enfermedad articular frecuente. Suele ser el ligamento cruzado anterior el que se rompe. Un supuesto traumatismo menor suele bastar para que se produzca una rotura del ligamento cruzado. Esto incluye, por ejemplo, un movimiento incorrecto durante el juego o pisar un agujero en el suelo.
Si el ligamento cruzado se rompe parcial o totalmente, la articulación de la rodilla se vuelve inestable. Se desarrolla artrosis y los meniscos también se ven afectados. Se produce una inflamación en la articulación de la rodilla. Como consecuencia, la cápsula articular se hincha. Se trata de una reacción del organismo. Vuelve a dar estabilidad a la articulación de la rodilla. Además de la acción principal en la articulación de la rodilla, el resto del cuerpo también se ve afectado. La cojera grave favorece la tensión en las zonas sobrecargadas, como los músculos de la espalda y los hombros.
Rotura del ligamento cruzado en perros – ¿Cuáles son los síntomas?
- Una rotura del ligamento cruzado en un perro tiene signos muy típicos
- En los primeros 1-3 días tras el traumatismo el perro está muy cojo
- Muchos perros suelen correr sólo a tres patas
- La rodilla está hinchada y caliente
- Entonces la situación parece mejorar de nuevo
- La cojera disminuye
- A menudo los dueños de perros piensan entonces que su perro sólo se ha estirado
- Cuando se vuelve a cargar al perro con más intensidad, la cojera empeora masivamente.
- A menudo los perros sólo pisan con la punta del pie o ya no utilizan la pata en absoluto.
- El perro tiene mucho dolor y, por lo tanto, estirar y doblar la rodilla es casi imposible
- Además, es muy sensible al tacto en la rodilla
- Cuando el cuadrúpedo se sienta, dobla la pata estirada hacia un lado y se sienta en ángulo
- Esto se debe a que ya casi no puede doblar la rodilla en caso de desgarro o rotura
- La causa es la inflamación de la articulación y el dolor.
Si tu perro presenta uno o varios de estos síntomas, te recomiendo encarecidamente que lo lleves al veterinario. Indican una rotura del ligamento cruzado, pero, por supuesto, también pueden ser signo de otras enfermedades en la articulación de la rodilla.
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