El dolor en general y también el dolor articular en los perros es un tema del que los propietarios de perros son cada vez más conscientes y se lo toman en serio. Hasta la década de 1980, se suponía erróneamente que los perros no sentían dolor o sólo sentían un dolor muy limitado. Afortunadamente, hoy sabemos más y estamos fundamentalmente mejor capacitados para abordar la cuestión. Pero ¿sabías que el comportamiento de muchos perros cambia cuando sienten dolor? El perro ya no juega
¿Cómo sienten el dolor nuestros perros? El perro ya no juega
La percepción del dolor de nuestros perros es individual. Por ejemplo, el carácter y la constitución influyen mucho en la intensidad o debilidad del dolor que siente el perro y en su respectiva tolerancia al dolor. El perro ya no juega
¿Cómo se sienten los perros cuando sienten dolor?
Como fisioterapeuta canina, me centro principalmente en el sistema musculoesquelético del perro. Por ello, este es también el tema central del presente artículo. En principio, sin embargo, esto se aplica a todo el cuerpo del perro, por supuesto. Cuando un perro tiene dolor (articular) y sufre una afección musculoesquelética, esto influye mucho en la forma en que el perro se siente, en cómo se siente respecto a su cuerpo y en la confianza que tiene en su propio cuerpo. En una situación así, nuestros perros no son diferentes de nosotros, los humanos.
A partir de cierta intensidad de dolor, el perro se lo toma con calma y -si nos fijamos ahora puramente en el sistema musculoesquelético- intenta realizar movimientos sólo hasta donde le resulta soportable. Para compensarlo, ejerce más tensión en otras partes del cuerpo.
Por supuesto, esto tiene consecuencias. Menos carga y movimiento significan una pérdida de musculatura y una peor nutrición de la articulación y el cartílago articular. La artrosis está preprogramada. Las otras articulaciones que ahora están sobrecargadas también corren rápidamente el riesgo de desarrollar artrosis. Además, hay tensión en los músculos. El perro está en un círculo vicioso. El propio dolor se convierte en un cuadro clínico. El perro ya no juega
Sin embargo, el dolor en los perros no sólo tiene efectos físicos. Su vida cotidiana y su calidad de vida también se ven afectadas en mayor o menor medida. Así que el dolor no sólo afecta al cuerpo, sino también al comportamiento y las rutinas del perro.
¿Tu perro ya no juega? ¡El dolor puede ser la causa!
Si algo le duele al perro, sobre todo si hablamos de dolor crónico, con el tiempo se producen cambios de comportamiento. Puede volverse gruñón, retraído, malhumorado y reaccionar más rápidamente de forma irritable durante los contactos sociales.
La diversión de jugar también se pierde a menudo El perro ya no juega
Los perros a los que siempre les ha gustado jugar -ya sea con otros perros o con personas- y de repente dejan de hacerlo deben alarmarse. Claro, cuando los perros son jóvenes suelen jugar más y, a medida que se hacen mayores, la alegría de jugar disminuye. Pero si de repente a un perro ya no le gusta jugar con otros perros o incluso los evita, debes tomártelo en serio.
A menudo hay dolor detrás. Es posible que el perro sufra permanentemente un dolor, o que determinados movimientos durante el juego se lo provoquen y por eso adopte un comportamiento de evitación.
Las causas pueden ser múltiples. Si sólo te fijas en el sistema musculoesquelético, puede tratarse de artrosis, espondilosis o displasia de cadera, o de dolor nervioso causado por problemas discales o de cauda equina. Esta lista podría continuarse a voluntad y, por supuesto, también puede referirse a los órganos.
En cualquier caso, te recomiendo que llegues al fondo de la causa y le quites el dolor a tu perro si ésta es la causa del cambio de comportamiento.
PD: Aquí encontrarás 21 signos diferentes que los perros muestran cuando sienten dolor.
¿Tu perro ha tenido alguna vez dolor o lo padece crónicamente? ¿Muestra también menos o ninguna necesidad de jugar u otros cambios de comportamiento?
No dudes en compartir tus experiencias conmigo en los comentarios.
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Te deseo lo mejor, tu Tina
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