La última entrada del blog trataba sobre el infarto medular en perros y su desarrollo y síntomas. En este artículo encontrarás información importante sobre por qué la fisioterapia es tan indispensable y qué medidas ayudan especialmente bien -y, sobre todo, cuáles de ellas puedes cubrir tú mismo-.
Los perros que sufren un infarto medular deben ser tratados con fisioterapia lo antes posible para contrarrestar el daño de la forma más eficaz e intensa posible. Tan importante como el apoyo de un fisioterapeuta es la cooperación intensiva del dueño del perro en casa para lograr el mejor progreso posible en la rehabilitación.
Por lo tanto, te recomiendo que te asegures de que tu fisioterapeuta te implica en el proceso de recuperación y te da formas de apoyar a tu perro en casa a diario. Según la situación, puede tratarse de técnicas de masaje, ejercicios de movimiento pasivo o ejercicios de movimiento activo.
Pero, ¿qué puede conseguir la fisioterapia en un infarto medular?
Los objetivos de la terapia
- Mantener y mejorar la movilidad articular
- Restauración de un patrón de marcha normal
- Mejorar y reaprender la coordinación y el equilibrio
- Entrenamiento de la percepción y la sensibilidad
- Mantenimiento y construcción muscular
- Alivio del dolor/relajación de estructuras sobrecargadas debido a pautas de movimiento incorrectas
Infarto de médula espinal en perros: opciones de tratamiento
Existe una amplia gama de terapias que pueden utilizarse para ayudar a un perro con infarto medular. La elección y composición de los tipos de terapia depende siempre individualmente del paciente en cuestión.
Masaje – Puede aliviar la tensión y el dolor causados por un estrés incorrecto. El dueño del perro también puede realizar los masajes tras recibir instrucciones.
Masaje con cepillo/pelota de erizo – La sensibilidad y la percepción pueden mejorar con un masaje con cepillo o también con la estimulación de una pelota de erizo.
Acariciar los espacios entre los dedos y masajear las almohadillas de las patas – Esto entrena la transmisión nerviosa y refuerza la percepción. También puedes hacerlo como dueño de un perro.
Movimiento pas ivo: los ejercicios de movimiento pasivo pueden utilizarse para mantener y mejorar la movilidad articular.
Acupuntura – También puede utilizarse la acupuntura con agujas o láser suave para apoyar la rehabilitación.
Terapias físicas – Dependiendo del equipo del fisioterapeuta, también pueden utilizarse terapias físicas como el láser o la electroterapia.
Entrenamiento en la cinta subacuática – En la cinta subacuática puedes entrenar suavemente secuencias de movimiento saludables y, al mismo tiempo, fomentar la movilidad y la musculatura.
Drenaje linfático manual – El drenaje linfático manual es una forma excelente de reducir la hinchazón. Esto elimina el edema. Se alivia la presión y los nervios del segmento afectado pueden recuperarse. Y el metabolismo mejora.
Entrenamiento del movimiento
El entrenamiento con ejercicios es una parte muy importante de la fisioterapia y también un factor importante en el infarto medular. También puedes hacer ejercicios guiados con tu perro en casa para apoyar la rehabilitación. Sin embargo, asegúrate de pedir consejo a un profesional y no busques ejercicios por tu cuenta. En caso de duda, perjudicarás a tu perro más de lo que le ayudarás. Los ejercicios isométricos, el entrenamiento del equilibrio, etc. son excelentes para un infarto medular.
Básicamente, la recuperación requiere mucha paciencia y el camino es largo para ti y para tu perro. Pero no debes rendirte en absoluto, porque si sigues así, tu perro tiene posibilidades de recuperarse muy bien.
En el próximo artículo, te daré consejos útiles sobre cómo ayudar a tu perro en la vida cotidiana en caso de infarto medular.
Con todo cariño, Tina
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