¿Cómo puedes saber si tu perro tiene dolor?
¿No estás seguro de si tu perro siente dolor o está incómodo? Tu perro no puede hablar. Por tanto, es importante que sepas exactamente cómo te muestra tu perro que siente dolor. Las expresiones de dolor en los perros también están influidas por el carácter. Sin embargo, hay una serie de signos de dolor, ¡y te diré cuáles son!
¡Tu perro no está fingiendo!
Me preocupa especialmente decir esto, porque con demasiada frecuencia he oído a propietarios cuyo perro está claramente dolorido: «Sólo está fingiendo, sólo quiere irse a casa». Los perros prefieren ocultar el dolor y el malestar a mostrarlo abiertamente. El dolor es un signo de debilidad.
¿Cómo percibe el dolor tu perro?
Como nosotros, los humanos, los perros tienen una percepción individual del dolor y una tolerancia individual al dolor. Además, nuestro perro a veces siente el mismo dolor con más fuerza y a veces con más debilidad. Reconocer el dolor crónico suele ser aún más difícil porque los cambios de comportamiento son graduales. Todo esto no nos facilita las cosas a los dueños de perros. Por cierto: se ha demostrado que la percepción del dolor del perro es muy similar a la del ser humano. Así que un perro siente el dolor de la artrosis de forma similar a como lo siente un humano.
Diferencia dolor agudo y crónico
Hay dos tipos de dolor que se manifiestan de forma diferente: El dolor agudo es un dolor que dura poco tiempo y cuya causa suele ser conocida. Está limitado en cuanto a ubicación y tiempo. Ejemplos de dolor agudo son las contusiones, las distensiones, las fracturas óseas y los dolores de cabeza. Los cambios de comportamiento de tu perro se producen inmediatamente en caso de dolor agudo y son claramente visibles.
Las señales de dolor agudo son:
- Jadeando
- Gemidos y aullidos
- Temblor
- Perdonar un miembro
- Evitar un movimiento
El dolor agudo es una muy buena función de advertencia y protección del organismo, ya que conduce a un comportamiento de evitación del dolor y de curación. Tu perro se lo toma con calma. Una cura conduce a la eliminación del dolor. Eliminar la causa del dolor también acaba con el dolor. Nunca debes ignorar el dolor agudo de tu perro, pues puede convertirse en dolor crónico.
El dolor crónico dura más tiempo. Por regla general, el dolor que dura más de 3 meses se denomina dolor crónico. Este tipo de dolor se arrastra lentamente y suele ser difícil de detectar, por lo que pasa desapercibido durante mucho tiempo. El dolor suele ser difícil de localizar. El dolor crónico se produce, por ejemplo, con enfermedades articulares progresivas o enfermedades de la columna vertebral. Las enfermedades reumáticas, el dolor nervioso, por ejemplo tras una hernia discal, y el dolor causado por el cáncer también son crónicos. El dolor en sí se convierte en un cuadro clínico y deja de tener una función de alarma. Si no se trata, el dolor crónico puede reducir considerablemente la calidad de vida de tu perro.
21 puntos que te ayudarán a reconocer si tu perro tiene dolor
- Tu perro muestra una mayor necesidad de descanso y duerme más de lo habitual.
- Tu perro tiene menos ganas de salir a pasear y se cansa más rápidamente.
- La marcha de tu perro es paralítica o rígida.
- Tu perro muestra cojera a veces o permanentemente.
- ¿Tu perro evita ciertos movimientos o tiene restringida la movilidad de alguna articulación?
- Tu perro arrastra las patas y sus garras están desgastadas de forma desigual.
- ¿Camina descoordinado, balanceándose y tambaleándose, o tiene problemas para levantar las piernas o secarse las patas?
- ¿Tu perro evita cosas como subir escaleras, subir al coche o saltar en el sofá?
- Tu perro se sienta con notable rapidez o se inclina rápidamente cuando está de pie.
- A tu perro le cuesta levantarse después de descansar o cambia de postura. A menudo, estos cambios de postura también se asocian a gemidos o suspiros.
Pero también pueden ser signos de dolor:
- ¿Tu perro se muestra inquieto y cambia con frecuencia de posición al tumbarse?
- ¿Tu perro mordisquea regularmente una o varias articulaciones?
- La espalda de tu perro o ciertas articulaciones son sensibles al tacto o puedes notar que se calientan.
- La musculatura de tu perro ha disminuido.
- Se puede sentir la tensión y el endurecimiento de los músculos.
- El pelo de tu perro es escamoso, opaco, desgreñado o grasiento.
- El olor de tu perro ha cambiado.
- La expresión facial de tu perro ha cambiado, su cara parece tensa. Los perros también pueden tener bordes bajo los ojos, en forma de depresiones marcadas.
- Tu perro hace pucheros, abofetea y bosteza más a menudo.
- El comportamiento social de tu perro ha cambiado, evita el contacto con otros perros o muestra miedo, inseguridad o incluso agresividad.
- ¿Tu perro se divierte menos o ya no se divierte haciendo cosas que antes le producían un gran placer?
Verás, tu perro puede mostrarte que siente dolor de muchas maneras. A menudo se producen cambios en el comportamiento y los hábitos, pero también cambios físicos. Nuestro trabajo consiste en observar muy de cerca a nuestros perros para reconocer lo antes posible que algo va mal y tomar medidas. Por favor, recuerda siempre que cada perro muestra el dolor a su manera individual. Los signos de dolor mencionados pueden presentarse individualmente y en combinaciones muy diferentes.
Debes tomarte en serio cualquier expresión de dolor de tu perro, PORQUE: ¡Tu perro nunca finge!
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